¿Puede alguna ley impedir que 'entren' en su coche conectado?
El hackeo informático de un vehículo interconectado el pasado mes de julio, ha impulsado la aparición de propuestas legislativas para fijar estándares de seguridad y límites al tratamiento de datos.
La noticia sobre el hackeo de la página web Ashley Madison y sus consecuencias ha llenado las portadas de todos los periódicos. Sin embargo, el pirateo informático de un vehículo realizado el pasado mes de julio, sin duda un asunto mucho más peligroso, ha pasado desapercibido para el gran público, aunque ha conseguido alarmar a los legisladores.
El pasado 21 de julio, dos investigadores estadounidenses de IOActive Labs, Charlie Miller y Chris Valasek, demostraron mediante el hackeo de un Jeep Cherokee que era posible manipular este vehículo conectado de forma remota. Mediante sus dos portátiles, los dos científicos consiguieron conectar el aire acondicionado, que se encendiera la radio, que se activaran los limpiaparabrisas y, finalmente, que se parara el motor.
Frente a esta evidente amenaza, los legisladores estadounidenses han sido los primeros en dar el paso. Los senadores Ed Markey y Richard Blumenthal acaban de presentar una propuesta de ley que pretende fijar unos estándares de ciberseguridad en los nuevos vehículos conectados, en la que aparecen niveles mínimos de protección para los vehículos, para los datos de sus dueños, los límites del tratamientos de los mismos y las consecuencias legales del incumplimiento.
"La propuesta se centra principalmente en cuestiones relativas a la privacidad de los datos y el antihacking . Sin embargo, estoy seguro que a medida que este tipo de vehículos se democraticen -hasta ahora el desarrollo, uso y proliferación de coches conectados y autónomos está en Estados Unidos-, las problemáticas se multiplicarán y se precisará una mayor regulación", explica Alejandro Touriño, socio de tecnología de la información de Ecija